El coliseo del Cantoni le dio el marco esperado a la final de la Intercontinental de hockey sobre patines, con sus más de 7.000 espectadores. Y dentro de la cancha, Barcelona y Porto se encargaron de generar un espectáculo también acorde a las expectativas y dejaron extasiados a quienes presenciaron el partido que quedó para los catalanes, en un dramático 5-4 que se sentenció en el alargue.
Si bien Barcelona fue el primero en ponerse en ventaja, tuvo que esforzarse para volver a igualarlo en 3 ocasiones. Y en el tiempo adicionado, cuando los patines ya pesaban más de la cuenta en las piernas de los hockistas y los penales ya asomaban en el horizonte, el instinto de goleador del sanjuanino Pablo Alvarez apareció otra vez (anotó 3 goles de su equipo) en el área para que los blaugranas vivieran su coronación en el templo sanjuanino.